En el año 2006, como parte de mi exposición VERTIDOS, presenté en Suiza mi obra Réquiem para 2 Basuróphonos, instalación audiovisual para la cual había construido dos instrumentos de cuerdas y compuesto la música. Nadie me preguntó porqué construir instrumentos o componer música, sin ser músico o lutier. Quizás por el hecho de que el resultado final fuera una obra visual, algo que yo siempre había hecho.

        Años más tarde decidí trabajar en algo que no tuviera la imagen como resultado. Algo que no se esperara de de mí. Algo que yo mismo supiera no estar preparado para hacerlo. Decido entonces componer una pieza musical para ser interpretada por una orquesta con instrumentos construidos por mí; cuestionando qué esperamos de las personas. ¿Porqué lo primero que hacemos al conocer a alguien es preguntarle a qué se dedica, estableciendo inconscientemente filtros para nuestro entorno de relaciones?

        Construí los instrumentos de manera no convencional, cuestionando también cómo esperamos que sean las cosas, además de las personas. Decido también inspirarme en la obra maestra de alguien que considero uno de los mayores compositores contemporáneos, Music for 18 musicians, de Steve Reich y de hecho le dedico la obra, pero esta no es la música, ni los instrumentos, sino el hecho de que yo haga algo que no esperen que haga.

        Al igual que en la obra de Reich, pulsación y respiración aluden al tiempo y a la vida. El concierto empieza con un estetoscopio en mi pecho y mis pulsaciones cardíacas sonando en directo, haciendo de metrónomo en la parte inicial de la obra, que se divide en ocho secciones: pulsación, respiración, crecimiento, tormento, caos, armonía, respiración y pulsación; creando un círculo sin fin a través del existir, el crecer y el tormento causado por la sensación de que el mismo crecimiento genera aun más interrogantes.

        música para 18 cosas está repleta de elementos que marcaron mi vida en las últimas décadas. Mis deseos, realizaciones y frustraciones respecto a lo que hice, lo que hago y lo que aun me gustaría hacer, cuestionando lo que somos, con más y más preguntas a cada instante.

 

Transcrito de la conferencia a la que Luiz Simoes fue invitado por la Fundación Artphilein en febrero de 2010 en Italia para presentar los proyectos Música para 18 cosas y Viola-Me, a los artistas y filósofos participantes en el evento Il Corpo Violato.

 

 

 


Basuróphonos Basso, Mezzo y da Gamba

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


La voz